Ciudad de México a 18 de abril de 2022

Un
sepulcro vacío…
Al alba,
la noche ha dado paso a la Esperanza.
La Luz ha vencido a las tinieblas y Jesús nos levanta para conducirnos por caminos de vida Nueva, sostenidos e impulsados por la fuerza de su Resurrección.
Lo miramos traspasado… y hoy lo vemos Resucitado. Nos da la certeza que la mirada de misericordia y ternura abren espacios de vida, justicia y de paz que tanto necesitamos y anhelamos para toda la humanidad.
La Vida Religiosa confirma su vocación a ser testigo de la fuerza del amor, que entrega la vida por el Reino. El camino es el espíritu sinodal que nos compromete a una nueva manera de estar y caminar juntas y juntos en las decisiones hacia una Iglesia de puertas abiertas y corazón de madre que se hace regazo de misericordia para todos aquellos que sufren.
Quedan renovadas nuestras convicciones y nos apresuramos en el camino del diálogo, participación y comunión que nos hace signos creíbles de Aquél que Vive y venció la muerte y la injusticia.
Un gran abrazo en esta Pascua 2022
Hna. Juana Ángeles Zárate Celedón, CSC
Presidenta CIRM