CIRM-México 9 y 10 de junio 2018
El sábado 9 de junio cerca de 60 religiosas y religiosos iniciamos con alegría el Post Congreso “Nuevas Generaciones” SALGAMOS CON MARÍA AL ENCUENTRO DE LA VIDA.
Con cantos, dinámicas y baile el corazón se animaba para el encuentro. Unidos en oración con Jesús y María escuchamos su Palabra, cobijados por el Evangelio nos dimos tiempo para gustar y sentir la llamada del Señor de salir al encuentro con la vida que clama y necesitamos contactar.
El equipo coordinador explicó los objetivos y la fundamentación del icono de la Visitación propuesto por la CLAR, con el propósito de ser como NG una VC en salida, potenciando el encuentro entre las distintas congregaciones y a nivel intergeneracional, para enriquecernos mutuamente y establecer vínculos significativos en la construcción de una nueva humanidad.
Nos compartieron en imágenes la experiencia vivida en el III Congreso Nuevas Generaciones llevado a acabo en Perú 2017, del que desprende este Congreso para enriquecernos con su experiencia.
Con esta introducción, recibimos las indicaciones y nos dispusimos a salir a la calle, a vivir la experiencia del encuentro con los hermanos y hermanos que en diversas realidades son signo de la presencia de Cristo entre nosotros.
Los lugares que visitamos fueron el Internado Infantil Guadalupano, CAFEMÍN, el Asilo San Vicente y la experiencia Sandwichtón.
De regreso a la CIRM nos encontramos para compartir los alimentos y las primeras impresiones de lo vivido en la mañana. Por la tarde nos reunimos para dialogar y compartir por equipos la visita y elaboramos un símbolo que recoge la experiencia vivida.
Posteriormente, nos reunimos por “comunidades de vida” para compartir y escuchar las experiencias de los demás hermanos y enriquecernos de los distintos lugares, encontrando puntos en común, llamadas e invitaciones que la realidad nos hace; para disponernos al diálogo escuchamos el canto: Deja andar tu mirada.
Al terminar, cada equipo realizó la presentación de los símbolos expresados de la siguiente manera:
El INTERNADO GUADALUPANO, es un centro de atención a niños en situaciones vulnerables de los hermanos lasallistas, ellos expresaron cómo detrás de un niño o joven hay una historia. Los participantes se sintieron contagiados por la pasión del Hno. Víctor de transmitir su servicio pastoral, con la certeza que es posible cambiar la sociedad y la educación es un medio para vivir el amor en ellos y hacer posible el Reino.
En SAN VICENTE, una casa de atención a mujeres de la tercera edad, las hermanas compartieron su experiencia de encontrar en este lugar un Hogar porque son una familia en su manera de vivir.
Su símbolo un tronco aparentemente seco, sigue unido a su raíz y bajo la inspiración del salmo 92: En la vejez seguirá dando fruto y estará frondoso. Se dejaron contagiar por el asombro, ver a hermanas de entre los 60 a 91 años de edad que atienden a las mujeres mayores con tanto cuidado, amor y entrega; encuentran a Cristo en cada persona.
En CAFEMÍN, un centro que recibe a migrantes principalmente de Centroamérica, atendido por las Hermanas Josefinas con apoyo de algunas Hermanas Teresianas. Fueron representados con una fotografía a los pies de los migrantes, ésta simboliza la vida como camino, un camino que se recorre con nuestros hermanos migrantes acogiendo su realidad sufriente.
El recorrido del SANDWICHTÓN fue salir al encuentro por las calles de la ciudad para repartir tortas y sándwiches a nuestros hermanos indigentes. Simbolizaron su experiencia con los ojos, oídos y manos. Descubrieron una gran necesidad en la gente de ser escuchados. La Diosidencia de encontrar al Hno. Marcelo, de compartir su experiencia del comedor para indigentes en colaboración con voluntarios. Los religiosos que participaron expresaron la confrontación al reconocer todo el bien que reciben como religiosos, que no lo pueden guardar, sino salir a compartir el bien con otros.
Los RETOS que nos desafiaron al contactar con estas realidades y compartir lo que ha suscitado en nuestro corazón son:
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Descubrir verdaderamente a Cristo en mis hermanos con los que trabajo.
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Tener un corazón más semejante al de Cristo.
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Romper con estructuras, trascender para ir al encuentro de mis hermanos.
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Estar atenta a la vida que clama desde la vida comunitaria.
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Salir sin evadir, centrarnos en el encuentro desde la contemplación, tocando y dejándome tocar por la realidad.
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Vencer miedos, salir al encuentro ya no quiere de teoría, sino de una profunda experiencia de Dios.
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Cómo equilibrar a Marta y a María.
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Cómo dejarme interpelar por la historia del otro.
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La concordancia de evangelio con la propia vida, desde la alegría, siempre alimentándolo con quien nos llama, haciendo esa entrega con mucho amor.
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Vivir en el presente como nos gustaría vivir en nuestra vejez en relación a la pasión por el Reino.
A terminar de expresar nuestros retos y tocados por la realidad del Evangelio en la vida; al final del día nos dispusimos a tener un momento festivo, con música, baile y botanas, viviendo la certeza interior de la alegría de vivir para Dios en todo momento y el compromiso con la vida que clama.
El domingo 10 de junio iniciamos agradeciendo a Dios por el pasado, presente y futuro de nuestra vida y su llamado, con una danza contemplativa; escuchando la invitación del Papa Francisco, nos disponemos a vivir la VC en clave de una nueva generación que sale al encuentro.
Nos acompañaron religiosos y religiosas de diferentes congregaciones que nos compartieron su experiencia de vida y de misión a través de tres temas que fueron el eje para el desarrollo del panel: Vida comunitaria, intergeneracionalidad y compromiso con la realidad, al terminar de exponer cada tema por parte de los panelistas, se expusieron algunas inquietudes de la asamblea como: ¿cuál es el valor más significativo para vivir la hermandad en la comunidad?, ¿cómo vivir la circularidad ante las estructuras de la comunidad?, ¿qué podemos hacer para comprometernos más con la realidad?, ¿en qué aspectos necesitamos seguir creciendo como Nuevas Generaciones?, etc.
Tuvimos un descanso y posteriormente se conformaron las comunidades de vida para compartir las resonancias del panel y formular por equipo la frase con la que se resume la experiencia vivida en este Congreso.
En seguida, se evaluó la organización del congreso por medio de un formato que se nos entregó.
Cada equipo compartió sus frases que fueron las siguientes:
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Enraizados en la realidad, desde distintos carismas y edades, salimos al encuentro de la vida.
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Caminamos juntos en la diversidad al encuentro del amor.
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En la esencia unidad, en la diferencia libertad y en todo, caridad.
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Con mirada agradecida acogemos el pasado, vivimos el presente y construimos el Reino.
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Lanzarnos al futuro, tomados de las manos con los pies en el presente y con la experiencia del pasado.
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Somos productores de comunidad y en nuestra diversidad caminamos juntos como hermanos.
Al final dimos gracias a Dios con la Eucaristía en donde se entregaron las cruces de envío y se ofrecieron los símbolos que representan el Encuentro con la vida y nuestro deseo de caminar con María por los caminos que el Espíritu continúe suscitando.